Saludos, mis queridos amigos, panas todos de Venezuela y el mundo, acá tienen una nueva entrega de esta Guarida con una tonelada de buena vibra, mis respetos a mis colegas “padres” por su pasado y merecido día, disculpen que esta entrada llega con algo de retraso debido a mis divertidas y fuertes ocupaciones en nuestra empresa, antes de iniciar la guachafa, mis mas grandes agradecimientos por los mensajes recibidos con motivo del lanzamiento de “la explosión creativa”, realmente muchísimas gracias y les aseguro que muy pronto estaremos celebrando como se merece este gran momento con todos ustedes.
Esta semana fue muy movida, en el plano noticioso hay de todo tipo de injusticias y locuras políticas, en deportes las excentricidades de la muy roja, rojita Copa América, en este mismo escenario las medias de Arango que cada día deben estar mas largas de tanta jaladera, en espectáculos el pobre Love Parade que llego a nuestra capital con una desorganización mas grande que la contabilidad de un Mercal, en el cable el regreso de nuestra serie preferida, prácticamente nuestra serie de culto corporativo: ¡The Aprentice! con el guru de los buenos negocios “Donald Trump” y las ganas enormes de relajarnos y tomarnos la vida como el burrito de Srek.
Es así como una vez llegado el fin de semana, los que vivimos en esta ciudad de Valencia, cerramos la oficina y nos metimos una nota de distracción, entre ellas muucho cine, comer fuera, visitar amigos y hacer agenda de rumba, es así como el Sábado decidimos asistir a un festival de Jazz, específicamente el VII Festival Internacional de Jazz Naguanagua 2007, este se realizo a la sombra de un gran Saman que se encuentra muy cerca de nuestra residencia, la cosa se veía muy nota, un gran escenario al aire libre, buen sonido, excelentes agrupaciones, vigilancia, optima organización del transito, precios solidarios en las comidas y la excelente animación de mi pana Marcos David Rashid de Onda 100.9 FM La Superestación, peroooo, como siempre apareció un gran y bochornoso "Pero".
Pues prepárense, busquen sus pañitos con vinagre por que les voy a narrar un momento prácticamente espeluznante, estábamos Crismar y este servidor, sentados cómodamente apreciando el espectáculo, degustando unas torticas, unas obleas y unos refresquitos, muchos estaban en la grama al estilo Woodstock, disfrutando de la intervención de una banda de Jazz de Colombia llamada Capicúa, esta incursiona con un sonido propio, mezclado a su vez con la fuerte tendencia del jazz, de la música autóctona, tradiciones populares y de la improvisación.
Hasta allí todo estaba buenísimo, un ambiente de tranquilidad y esparcimiento, que me motivo comentarle a mi cóctel, que ojala este tipo de eventos los tuviéramos cada fin de semana para salir de la rutina Valenciana, en fin, el asunto comenzó a las 6:30 PM, ya entrada la noche a eso de las 8:00 PM, estábamos pendientes de la hora, por que teníamos otro compromiso a las 9:00 PM como parte de nuestra agenda de rumbas, ya el sitio estaba repleto y muchísimas personas paradas, sentadas en el piso y en sus vehículos, en eso llegan tres personas, una dama y dos caballeros, muy cerca de nosotros buscando ubicación, uno de ellos era discapacitado y se movilizaba en muletas, solo había una silla disponible y al frente se divisaba otro puesto vació, acto seguido, se queda la dama, uno de ellos va a comprar algo de comer y el joven discapacitado se dirige con sus muletas hacia el puesto vació y le pregunta a una “señora” si puede tomar la silla para sentarse, fíjense bien, la silla estaba vacía, ella la abrazaba como en señal de apartarla, otra señora estaba en el otro extremo y quedo atónita con lo que tuvo que presenciar.
Educación y Cultura en Tela de Juicio.
Creerán mis amigos que la “señora” no le dio la silla a este joven cuando se la estaba pidiendo y de paso parado en sus muletas? Y para mas colmo la fulana silla no se llego a ocupar el resto del evento?
Pues si, increíble, la “señora” tuvo la desfachatez de negarle la silla a una persona discapacitada, el impacto de la otra señora fue tanto que la insulto y se alejo del sitio con su silla en el lomo, el joven se retiro resignado (yo le fuera regalado un muletazo),la dama que los acompañaba, sorprendida por el episodio le dio su silla y se sentó en la grama, pero para todos fue tan indignante la falta de educación, cultura y sensibilidad de la “señora”, que nos dejo una cierta aura de tensión.
Me provocaba mandarle un ejemplar del Manual de Carreño por la frente, a los minutos y aprovechando que una de las bandas finalizaba su presentación, llame a los muchachos y les dejamos nuestras sillas, la escena digna de un parlamento de Epitafios, me pareció un acto de tal bajeza y falta de educación, sorprendentemente protagonizada por personas que dicen ser muy culturales, alta alcurnia y demás periquitos Valencianos que lamentablemente los tenemos a la orden del día.
Top Ten Educadito.
1.-Las personas educadas no esperamos nada a cambio, pues lo hacemos por educación, pero cuando alguien tiene un detalle con nosotros es bueno saber agradecerlo (ya lo dice el refrán: de bien nacidos es ser agradecidos).
2.-A veces un simple gesto nos sirve como muestra de gratitud, pero también puede expresar una desaprobación o rechazo. Hay gestos de amabilidad que no son interpretados por la otra parte como tal.
3.- Los hombres que cedemos el paso a las damas, lo hacemos por educación, no por obligación. Hay mujeres que piensan que es una obligación del caballero, y no es así. No somos el portero de un hotel.
4.- Lo mismo ocurre cuando un caballero, en un restaurante por ejemplo, acerca el asiento a la señora. Es una muestra de cortesía.
5.- Si vamos en un transporte público o el metro en el que vamos a trabajar todos los días, y cedemos el asiento a una señora, de las gracias, y no haga como si fuera una obligación de éste cederle su asiento.
6.- Un caballero que cede su turno en un comercio o se ofrece a ayudar con los paquetes que esta cargando en el automóvil. O bien se ofrece a cambiar el caucho pinchado, hay que agradecerlo.
7.- El hombre que cede su chaqueta o prenda de abrigo a la mujer, un día fresco, también es un detalla para agradecer.
8.- Si le dicen “salud” al estornudar, que le cuesta? Diga graciass..
9.- Si al llegar a su edificio y no encuentra las llaves y viene saliendo un vecino y le abre la puerta, por favor, un gracias, no cuesta nada, es gratis.
Cualquiera de los detalles anteriormente citados, siempre son de agradecer. No hace falta deshacernos en halagos, y muchas veces ni tan siquiera pronunciar una palabra (aunque un simple gracias, nunca sobra). Bastará una mirada y una sonrisa, para dar por agradecido el detalle. Si todos hacemos lo mismo, fomentaremos las buenas maneras. De lo contrario, algunas personas puede que nunca más tengan un detalle con otras personas al haberse sentido ofendidas por esta falta de atención ante las muestras de amabilidad. Lo mismo sirve para cualquier tipo de detalle que una mujer tenga con un caballero. Siempre es de agradecer.
La educación no se hereda, se conquista.
André Malraux.
Buena educación
Esto si es Cultura...
La Mona Lisa..
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